domingo, 27 de junio de 2010

Saber la Verdad a tiempo

Cuando escribía cada una de mis Reflexiones anteriores, a medida que una catástrofe para la humanidad se aproximaba aceleradamente, mi mayor preocupación era cumplir el deber elemental de informar a nuestro pueblo.

Hoy estoy más tranquilo que hace 26 días. Como siguen ocurriendo cosas en la corta espera, puedo reiterar y enriquecer la información a la opinión pública nacional e internacional.

Obama se comprometió en asistir el dos de julio al partido de cuartos de final, si su país obtenía la victoria en los octavos de final. Él debiera saber más que nadie, que esos cuartos de final no podrían realizarse ya que antes ocurrirán gravísimos acontecimientos, o al menos debiera saberlo.

El pasado viernes 25 de junio, una agencia internacional de noticias de conocida minuciosidad en los detalles de las informaciones que elabora, publicó las declaraciones del “…comandante de la Armada del cuerpo élite de los Guardianes de la Revolución Islámica, general Ali Fadavi…” -advirtiendo­- “…que si Estados Unidos y sus aliados inspeccionan a los barcos iraníes en aguas internacionales ‘recibirán una respuesta en el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz’”.

La información fue tomada de la agencia local de noticias Mehr, de Irán.

Dicha agencia, según el despacho, comunicó: “Fadavi añadió que ‘la Armada de los Guardianes de la Revolución cuenta actualmente con centenares de embarcaciones dotadas con lanzaderas de misiles’.”

La información elaborada casi a la misma hora de lo publicado en Granma, o tal vez antes, parecía en algunos puntos una copia al carbón de los párrafos de la Reflexión elaborada el jueves 24 de junio y publicada en ese periódico el viernes 25.

La coincidencia se explica por el uso elemental que siempre aplico del razonamiento lógico. Yo no conocía una palabra de lo que publicó la agencia local iraní.

No albergo la menor duda de que tan pronto las naves de guerra de Estados Unidos e Israel ocupen sus puestos ­-junto al resto de las embarcaciones militares norteamericanas ubicadas en las proximidades de las costas iraníes­- e intenten inspeccionar el primer buque mercante de ese país, se desatará una lluvia de proyectiles en una y otra dirección. Será el momento exacto en que se iniciará la terrible guerra. No es posible prever cuántas naves se hundirán ni de qué bandera.

Saber la verdad a tiempo es para nuestro pueblo lo más importante.

No importa que casi todos por natural instinto, podría decirse que el 99,9 por ciento o más de mis compatriotas, conserven la esperanza y coincidan conmigo en el deseo sincero de estar equivocado. He conversado con personas de los círculos más cercanos y a la vez recibido noticias de tantos ciudadanos nobles, abnegados y cumplidores de su deber, que al leer mis Reflexiones no impugnan en lo más mínimo sus consideraciones, asimilan, creen y tragan en seco los razonamientos que expongo, sin embargo, dedican de inmediato su tiempo a cumplir con el trabajo, al que consagran sus energías.

Eso es precisamente lo que deseamos de nuestros compatriotas. Lo peor es que repentinamente se conozcan las noticias de gravísimos acontecimientos, sin haber escuchado antes noticia alguna sobre tales posibilidades, entonces cundirá el desconcierto y el pánico, que sería indigno de un pueblo heroico como el cubano, que estuvo a punto de ser objetivo de un ataque nuclear masivo en octubre de 1962, y no vaciló un instante en cumplir el deber.

En el desempeño de heroicas misiones internacionalistas, combatientes y jefes valientes de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias estuvieron a punto de ser víctimas de ataques nucleares contra las tropas cubanas que se aproximaban a la frontera sur de Angola, donde las fuerzas racistas sudafricanas habían sido desalojadas tras la batalla de Cuito Cuanavale y se atrincheraban en la frontera con Namibia.

El Pentágono, con el conocimiento del Presidente de Estados Unidos, suministró a los racistas sudafricanos alrededor de 14 armas nucleares a través de Israel, más poderosas que las que fueron lanzadas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, como hemos explicado en otras reflexiones.

No soy profeta ni adivino. Nadie me informó una palabra de lo que iba a ocurrir; todo ha sido fruto de lo que hoy califico como el razonamiento lógico.

No somos novatos ni entrometidos en este complicado tema.

En la poscrisis nuclear, se puede augurar lo que ocurrirá en el resto de América de lengua iberoamericana.

En tales circunstancias, no se podrá hablar de capitalismo o socialismo. Sólo se abrirá una etapa de administración de los bienes y servicios disponibles en esta parte del continente. Inevitablemente seguirán gobernando cada país los que hoy están al frente del gobierno, varios muy cercanos al socialismo y otros llenos de euforia por la apertura de un mercado mundial que hoy se abre para los combustibles, el uranio, el cobre, el litio, el aluminio, el hierro, y otros metales que hoy se envían a los países desarrollados y ricos que desaparecerá repentinamente.

Abundantes alimentos que hoy se exportan a ese mercado mundial también desaparecerán de forma abrupta.

En semejantes circunstancias, los productos más elementales que se requieren para vivir: los alimentos, el agua, los combustibles y los recursos del hemisferio al sur de Estados Unidos, abundan para mantener un poco de civilización, cuyos avances descontrolados han dirigido la humanidad a semejante desastre.

Hay, sin embargo, cosas muy inciertas todavía, ¿podrán abstenerse las dos más poderosas potencias nucleares, Estados Unidos y Rusia, de emplear una contra la otra sus armas nucleares?

Lo que no cabe la menor duda es que desde Europa, las armas nucleares de Gran Bretaña y Francia, aliadas a Estados Unidos e Israel -que impusieron con entusiasmo la resolución que inevitablemente desatará la guerra, y ésta, por las razones explicadas, de inmediato se volverá nuclear-, amenazan el territorio ruso, aunque el país al igual que China ha tratado de evitar en la medida de las fuerzas y las posibilidades de cada una de ellas.

La economía de la superpotencia se derrumbará como castillo de naipes. La sociedad norteamericana es la menos preparada para soportar una catástrofe como la que el imperio ha creado en el propio territorio de donde partió.

Ignoramos cuáles serán los efectos ambientales de las armas nucleares, que inevitablemente estallarán en varias partes de nuestro planeta, y que en la variante menos grave, se van a producir en abundancia.

Aventurar hipótesis sería pura ciencia ficción de mi parte.



Fidel Castro Ruz

Junio 27 de 2010

2 y 15 p.m.

viernes, 25 de junio de 2010

cómo me gustaría estar equivocado

Cuando estas líneas se publiquen en el periódico Granma mañana viernes, el 26 de Julio, fecha en la que siempre recordamos con orgullo el honor de haber resistido los embates del imperio, quedará distante, a pesar de que faltan sólo 32 días.

Los que determinan cada paso del peor enemigo de la humanidad —el imperialismo de Estados Unidos, una mezcla de mezquinos intereses materiales, desprecio y subestimación a las demás personas que habitan el planeta— lo han calculado todo con precisión matemática.

En la reflexión del día 16 de junio escribí: "Entre juego y juego de la Copa Mundial de Fútbol, las diabólicas noticias se van deslizando poco a poco, de modo que nadie se ocupe de ellas."

El famoso evento deportivo ha entrado en sus momentos más emocionantes. Durante 14 días, los equipos integrados por los mejores futbolistas de 32 países han estado compitiendo para avanzar hacia la fase de octavos de final; después vendrán sucesivamente las fases de cuartos de final, semifinales y el final del evento.

El fanatismo deportivo crece incesantemente, cautivando a cientos y tal vez miles de millones de personas en todo el planeta.

Habría que preguntarse cuántos, en cambio, han conocido que desde el 20 de junio naves militares norteamericanas, incluido el portaaviones Harry S. Truman, escoltado por uno o más submarinos nucleares y otros buques de guerra con cohetes y cañones más potentes que los de los viejos acorazados utilizados en la última guerra mundial entre 1939 y 1945, navegaban hacia las costas iraníes a través del canal de Suez.

Junto a las fuerzas navales yankis avanzan buques militares israelitas, con armamento igualmente sofisticado, para inspeccionar cuanta embarcación parta para exportar e importar productos comerciales que el funcionamiento de la economía iraní requiere.

El Consejo de Seguridad de la ONU, a propuesta de Estados Unidos, con el apoyo de Gran Bretaña, Francia y Alemania, aprobó una dura resolución que no fue vetada por ninguno de los cinco países que ostentan ese derecho.

Otra resolución más dura fue aprobada por acuerdo del Senado de Estados Unidos.

Con posterioridad, una tercera, más dura todavía, fue aprobada por los países de la Comunidad Europea. Todo tuvo lugar antes del 20 de junio, lo que motivó un viaje urgente del Presidente francés, Nicolás Sarkozy a Rusia, según noticias, para entrevistarse con el jefe de Estado de ese poderoso país, Dmitri Medvédev, con la esperanza de negociar con Irán y evitar lo peor.

Ahora se trata de calcular cuándo las fuerzas navales de Estados Unidos e Israel se desplegarán frente a las costas de Irán, y unirse allí a los portaaviones y demás buques militares norteamericanos que montan guardia en esa región.

Lo peor es que, igual que Estados Unidos, Israel, su gendarme en el Medio Oriente, posee modernísimos aviones de ataque y sofisticadas armas nucleares suministradas por Estados Unidos, que lo convirtió en la sexta potencia nuclear del planeta por su poder de fuego, entre las ocho reconocidas como tales, que incluyen a la India y Paquistán.

El Sha de Irán había sido derrocado por el Ayatollah Ruhollah Jomeini en 1979 sin emplear un arma. Estados Unidos le impuso después la guerra a aquella nación con el empleo de armas químicas, cuyos componentes suministró a Irak junto a la información requerida por sus unidades de combate y que fueron empleadas por estas contra los Guardianes de la Revolución. Cuba lo conoce porque era entonces, como hemos explicado otras veces, Presidente del Movimiento de Países No Alineados. Sabemos bien los estragos que causó en su población. Mahmud Ahmadineyad, hoy jefe de Estado en Irán, fue jefe del sexto ejército de los Guardianes de la Revolución y jefe de los Cuerpos de los Guardianes en las provincias occidentales del país, que llevaron el peso principal de aquella guerra.

Hoy, en el 2010, tanto Estados Unidos como Israel, después de 31 años, subestiman al millón de hombres de las Fuerzas Armadas de Irán y su capacidad de combate por tierra, y a las fuerzas de aire, mar, y tierra de los Guardianes de la Revolución.

A éstas se añaden los 20 millones de hombres y mujeres, entre 12 y 60 años, escogidos y entrenados sistemáticamente por sus diversas instituciones armadas entre los 70 millones de personas que habitan el país.

El gobierno de Estados Unidos elaboró un plan para llevar a cabo un movimiento político que, apoyándose en el consumismo capitalista, dividiera a los iraníes y derrocara al régimen.

Tal esperanza es ya inocua. Resulta risible pensar que con las naves de guerra estadounidenses, unidas a las israelitas, despierten las simpatías de un solo ciudadano iraní.

Creía por mi parte inicialmente, al analizar la actual situación, que la contienda comenzaría por la península de Corea, y allí estaría el detonante de la segunda guerra coreana que, a su vez, daría lugar de inmediato a la segunda guerra que Estados Unidos le impondría a Irán.

Ahora, la realidad cambia las cosas en sentido inverso: la de Irán desatará de inmediato a la de Corea.

La dirección de Corea del Norte, que fue acusada del hundimiento del "Cheonan", y sabe de sobra que fue hundido por una mina que los servicios de inteligencia yanki lograron colocar en el casco de esa nave, no esperará un segundo en actuar tan pronto en Irán se inicie el ataque.

Es muy justo que los fanáticos del fútbol disfruten a su antojo de las competencias de la Copa del Mundo. Cumplo sólo el deber de exhortar a nuestro pueblo, pensando sobre todo en nuestra juventud, llena de vida y esperanzas, y especialmente en nuestros maravillosos niños, para que los hechos no nos sorprendan absolutamente desprevenidos.

Me duele pensar en tantos sueños concebidos por los seres humanos y las asombrosas creaciones de las que han sido capaces en sólo unos pocos miles de años.

Cuando los sueños más revolucionarios se están cumpliendo y la Patria se recupera firmemente, ¡cómo me gustaría estar equivocado!



Fidel Castro Ruz
Junio 24 de 2010
9 y 34 p.m.

sábado, 19 de junio de 2010

La contienda inevitable

Recientemente afirmé que el mundo se olvidaría pronto de la tragedia que estaba a punto de producirse como fruto de la política seguida, durante más de dos siglos, por la superpotencia vecina: Estados Unidos.

Hemos conocido su forma sinuosa y artera de actuar; el impetuoso crecimiento económico alcanzado a partir del desarrollo técnico y científico; las enormes riquezas acumuladas a costa de la inmensa mayoría de su pueblo trabajador y de los del resto del mundo por una exigua minoría que, en ese país y en los demás, dispone y disfruta de riquezas sin límite.

¿Quiénes se quejan cada vez más sino los trabajadores, los profesionales, los que prestan servicios a la población, los jubilados, los que carecen de empleo, los niños de la calle, las personas desprovistas de conocimientos elementales, que constituyen la inmensa mayoría de los casi siete mil millones de pobladores del planeta, cuyos recursos vitales se agotan visiblemente?

¿Cómo los tratan las llamadas fuerzas del orden que debieran protegerlos?

¿A quiénes golpean los policías, armados de todos los instrumentos de represión posible?

No necesito describir hechos que los pueblos en todas partes, incluido el de Estados Unidos, observan a través de los televisores, las computadoras y otros medios de información masiva.

Un poco más difícil es desentrañar los proyectos siniestros de quienes tienen en sus manos el destino de la humanidad, pensando absurdamente que se puede imponer semejante orden mundial.

¿Qué escribí en las últimas cinco reflexiones con las cuales ocupé el espacio de Granma y del sitio Web CubaDebate entre el 30 de mayo y el 10 de junio de 2010?

Ya los elementos básicos de un futuro muy próximo han sido lanzados al vuelo y no tienen marcha atrás posible. Los impactantes acontecimientos de la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica, en el curso de unos breves días, han captado nuestras mentes.

Apenas tenemos tiempo de respirar durante las seis horas que se transmiten en vivo y en directo por la televisión de casi todos los países del mundo.

Habiendo presenciado ya los encuentros entre los equipos más prestigiosos en solo seis días, y aplicando mis poco confiables puntos de vista, me atrevo a considerar que entre Argentina, Brasil, Alemania, Inglaterra y España está el campeón de la Copa.

Ya no queda equipo prominente que no haya mostrado sus garras de león en ese deporte, donde con anterioridad no veía más que personas corriendo en el extenso campo de una puerta a otra. Hoy, gracias a nombres famosos como Maradona y Messi, conocedor de las proezas del primero como el mejor jugador de la historia de este deporte y su criterio de que el otro es igual o mejor que él, puedo ya distinguir el papel de cada uno de los 11 jugadores.

Conocí también en estos días que la nueva pelota de fútbol es de geometría variable en el aire, más veloz y rebota mucho más. Los propios jugadores, comenzando por los porteros, se quejan de estas nuevas características, pero incluso los delanteros y la defensa también se quejan y bastante, ya que la bola va más rápida y toda su vida ellos aprendieron a manejar otra. Son los dirigentes de la FIFA quienes deciden sobre el asunto en cada Copa Mundial.

Esta vez han transfigurado ese deporte; es otro, aunque sigue llamándose igual. Los fanáticos, que no conocen los cambios introducidos en la pelota —que es el alma de un gran número de actividades deportivas— y repletan las gradas de cualquier estadio, son los que gozan de lo lindo y todos los aceptarán bajo el mágico nombre del glorioso fútbol. Hasta Maradona, que fue el mejor jugador de su historia, se resignará tranquilamente a que otros atletas anoten más goles, a más distancia, más espectaculares y con más puntería que él, en la misma puerta, y del mismo tamaño, que aquella donde su fama alcanzó un sitial tan alto.

En la pelota amateur era distinto, los bates pasaban de la madera al aluminio, o de este a la madera, solo se establecían determinados requisitos.

Los poderosos clubes profesionales de Estados Unidos decidieron aplicar normas rígidas con relación al bate y otra serie de requisitos tradicionales, que mantienen las características del viejo deporte. Realmente dieron al espectáculo especial interés y también las enormes ganancias con que el público y los anuncios publicitarios pagan.

En la actual vorágine deportiva, un deporte extraordinario y noble como el voleibol, que tanto gusta en nuestro país, está inmerso en su Liga Mundial, el torneo más importante para esta especialidad cada año, exceptuando los títulos que se derivan del primer lugar en unas competencias olímpicas o los campeonatos mundiales.

El viernes y sábado de la semana pasada, en la Ciudad Deportiva, se efectuaron los penúltimos juegos que deben tener lugar en Cuba. Nuestro equipo hasta ahora no ha perdido un solo partido. El último adversario fue nada menos que Alemania. Entre sus atletas estaba un gigante alemán de 2,14 metros de altura, y es un excelente rematador. Fue una verdadera hazaña ganarle todos los set, excepto el tercero del segundo partido. Los miembros de nuestro equipo, muy jóvenes todos, uno de los cuales tiene solo 16 años, mostraron una sorprendente capacidad de reacción. El actual campeón de Europa es Polonia, y el equipo alemán obtuvo la victoria en los dos encuentros que tuvo contra aquel equipo. Antes de estos éxitos, nadie supuso que el equipo de Cuba estaría de nuevo entre los mejores del mundo.

Desgraciadamente, por otro lado, en la esfera política el camino está saturado de enormes riesgos.

Un asunto que señalé con anterioridad, entre los elementos básicos de un futuro muy próximo lanzados al vuelo, que no tienen ya retroceso posible, es el hundimiento del Cheonan, buque insignia de la marina surcoreana que naufragó el 26 de marzo en cuestión de minutos, ocasionando la muerte de 46 marinos y decenas de heridos.

El gobierno de Corea del Sur ordenó una investigación para conocer si el hecho fue consecuencia de una explosión interna o externa. Al comprobar que procedía del exterior, acusó al gobierno de Pyongyang del hundimiento de la nave. Corea del Norte solo disponía de un viejo modelo de torpedo de fabricación soviética. Carecía de cualquier otro elemento excepto la lógica más simple. No podía siquiera imaginar otra causa.

El pasado mes de marzo, como primer paso, el gobierno de Corea del Sur ordenó la activación de los altavoces de propaganda en 11 puntos de la frontera común desmilitarizada que separa las dos Coreas.

El alto mando de las Fuerzas Armadas de la República Popular Democrática de Corea, por su parte, declaró que destruiría los altavoces tan pronto se iniciara esa actividad. La misma había sido suspendida desde el año 2004. La República Popular Democrática de Corea declaró textualmente que convertiría a Seúl en un "mar de fuego".

El pasado viernes, el Ejército de Corea del Sur anunció que la iniciaría tan pronto el Consejo de Seguridad anunciara sus medidas por el hundimiento del buque surcoreano Cheonan. Ambas repúblicas coreanas están ya con el dedo en el gatillo.

El gobierno de Surcorea no podía imaginar que su estrecho aliado, Estados Unidos, había colocado una mina en el fondo del Cheonan, como relata en un artículo el periodista investigador Wayne Madsen, publicado por Global Research el 1º de junio de 2010, con una explicación coherente de lo sucedido. Se fundamenta en el hecho de que Corea del Norte no posee ningún tipo de cohete o instrumento alguno para hundir el Cheonan, que no pudiera ser detectado por los sofisticados equipos del caza submarino.

Norcorea había sido acusada de algo que no llevó a cabo, lo cual determinó el viaje urgente de Kim Jong Il a China en el tren blindado.

Cuando estos hechos se producen súbitamente, en la mente del gobierno de Corea del Sur no había ni hay espacio para otra causa posible.

En medio del ambiente deportivo y alegre, el cielo se ensombrece cada vez más.

Las intenciones de Estados Unidos son obvias desde hace rato, a medida que su gobierno actúa obligado por sus propios designios sin alternativas posibles.

Su propósito —acostumbrados a la imposición de sus designios por la fuerza—, es que Israel ataque las instalaciones productoras de uranio enriquecido en Irán, utilizando los más modernos aviones y el sofisticado armamento que irresponsablemente le suministra la superpotencia. Ésta le sugirió a Israel, que no tiene fronteras con Irán, solicitar de Arabia Saudita permiso para sobrevolar un largo y estrecho corredor aéreo, acortando considerablemente la distancia entre el punto de partida de los aviones atacantes y los objetivos a destruir.

Según el plan, que en partes esenciales ha sido divulgado por la Inteligencia de Israel, oleadas de aviones atacarán una y otra vez para machacar los objetivos.

El pasado sábado 12 de junio, importantes órganos de prensa occidentales publicaron la noticia sobre un corredor aéreo concedido por Arabia Saudita a Israel, previo acuerdo con el Departamento de Estado norteamericano, con el objetivo de realizar ensayos de vuelo con los caza bombarderos israelitas para atacar sorpresivamente a Irán, que ya estos habían llevado a cabo en el espacio aéreo saudita.

Voceros de Israel nada negaron, limitándose solo a declarar que los mencionados países sentían más temor por el desarrollo nuclear iraní que el propio Israel.

El 13 de junio, cuando el Times de Londres publicó una información tomada de fuentes de inteligencia, asegurando que Arabia Saudita divulgó un acuerdo que concede autorización a Israel para el paso por un corredor aéreo sobre su territorio para el ataque a Irán, el Presidente Ahmadinejad declaró, al recibir las cartas credenciales del nuevo Embajador saudita en Teherán, Mohamad ibn Abbas al Kalabi, que había muchos enemigos que no deseaban relaciones cercanas entre ambos países, "¼ Pero si Irán y Arabia Saudí permanecen uno al lado del otro, esos enemigos renunciarán a continuar con la agresión¼ ".

Desde el punto de vista iraní, a mi juicio, esas declaraciones se justificaban, cualesquiera que fuesen sus razones para hacerlo. Posiblemente no deseaba herir en lo más mínimo a sus vecinos árabes.

Los yankis no han dicho una palabra, solo para reflejar más que nunca su deseo ardiente de barrer el gobierno nacionalista que dirige a Irán.

Hay que preguntar ahora cuándo el Consejo de Seguridad analizará el hundimiento del Cheonan, que fuera buque insignia de la Armada Surcoreana; qué conducta seguirá después que los dedos en los gatillos de las armas en la península coreana las disparen; si es cierto o no que Arabia Saudita, de acuerdo con el Departamento de Estado, autorizó un corredor aéreo para que las oleadas de modernos bombarderos israelitas ataquen las instalaciones iraníes, lo que posibilita incluso el empleo de las armas nucleares suministradas por Estados Unidos.

Entre juego y juego de la Copa Mundial de Fútbol, las diabólicas noticias se van deslizando poco a poco, de modo que nadie se ocupe de ellas.



Fidel Castro Ruz
Junio 16 de 2010
8 y 17 p.m.

domingo, 13 de junio de 2010

El zarpazo al acecho

El martes 8 de junio, escribí la Reflexión "En los umbrales de la tragedia" en horas del mediodía, más tarde vi el programa televisivo "Mesa Redonda" de Randy Alonso, que se divulga como norma a las 6 y 30 p.m.

Ese día, destacados y prestigiosos intelectuales cubanos que participaban en la Mesa, ante las agudas preguntas del director, respondieron con elocuentes palabras que respetaban grandemente mis opiniones, pero que ellos no creían que habría razón para que Irán rechazara la posible decisión —ya conocida— que adoptaría el Consejo de Seguridad la mañana del 9 de junio, en Nueva York —sin duda alguna acordada entre los líderes de las cinco potencias con derecho al veto: Estados Unidos, Inglaterra y Francia, con los de Rusia y China.

En ese instante, expresé a personas cercanas que me suelen acompañar: "¡Cómo lamento no haber finalizado mi Reflexión expresando que nadie deseaba más que yo estar equivocado!", pero era ya tarde, no podía retrasar su envío al sitio Web CubaDebate y al diario Granma.

El día siguiente, a las 10 a.m., conociendo que esa era la hora de la reunión, se me ocurrió sintonizar la CNN en español, que con seguridad daría noticias del debate en el Consejo de Seguridad. Pude así escuchar las palabras con que el Presidente del Consejo presentaba un Proyecto de Resolución, promovido días antes por Estados Unidos, apoyado por Francia, Gran Bretaña y Alemania.

Hablaron también varios representantes de los principales miembros implicados en el proyecto. La representante de Estados Unidos explicó por qué su país lo aprobaba, con el consabido pretexto de sancionar a Irán por haber violado los principios del Tratado de No Proliferación Nuclear. A su vez, el representante de Turquía, una de cuyas naves fue víctima del brutal ataque de las fuerzas élites de Israel, que transportadas en helicópteros asaltaron en la madrugada del 31 de mayo la flotilla que llevaba alimentos para el millón y medio de palestinos sitiados en un fragmento de su propia Patria, manifestó la intención de su gobierno de oponerse a nuevas sanciones a Irán.

La CNN, en el espacio que disponía para noticias, presentó varias imágenes de manos levantadas a medida que expresaban con gestos visibles su posición, entre ellas, la del representante del Líbano, país que se abstendría durante la votación.

La presencia serena de los miembros del Consejo de Seguridad que votaron en contra de la Resolución se expresó con la derecha firme de una mano de mujer, la representante de Brasil, que antes había expuesto con tono seguro las razones por las que su Patria se oponía al acuerdo.

Faltaba todavía un mundo de noticias sobre el tema; sintonicé Telesur, que durante horas satisfizo la incontable necesidad de información.

El Presidente Lula da Silva expresó en la ciudad de Natal, al nordeste del país, dos frases lapidarias: que las sanciones aprobadas eran impuestas por "quienes creen en la fuerza y no en el diálogo", y que la reunión del Consejo de Seguridad "podría haber servido para discutir el desarme de los que tienen armas atómicas".

Nada de extraño tendría que tanto Israel como Estados Unidos y sus estrechos aliados con derecho al veto en el Consejo de Seguridad, Francia y Gran Bretaña, quieran aprovechar el enorme interés que despierta el Mundial de Fútbol para tranquilizar a la opinión internacional, indignada por la criminal conducta de las tropas élites israelitas frente a la Franja de Gaza.

Es por tanto muy probable que el zarpazo se dilate algunas semanas, e incluso, se olvide por la mayoría de las personas en los días más cálidos del verano boreal. Habría que observar el cinismo con que los líderes israelitas respondan las entrevistas de prensa en los próximos días, donde serán bombardeados con preguntas. Oportunamente, ellos irán elevando el rigor de sus exigencias antes de apretar el gatillo. Ansían repetir la historia de Mossadegh en 1953, o llevar a Irán a la edad de piedra, una amenaza que gusta al poderoso imperio en sus tratos con Paquistán.

El odio del Estado de Israel contra los palestinos es tal, que no vacilarían en enviar al millón y medio de hombres, mujeres y niños de ese país a los crematorios en los que fueron exterminados por los nazis millones de judíos de todas las edades.

La cruz gamada del Führer, pareciera ser la bandera hoy de Israel. No nace del odio esta opinión, sino del sentimiento de un país que se solidarizó y prestó albergue a los judíos cuando en los días duros de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno proyanki de Batista trató de enviar de regreso desde Cuba un buque cargado de ellos, que escapaban de Francia, Bélgica y Holanda, a causa de la persecución nazi.

Conocí muchos miembros de la numerosa comunidad judía radicada en Cuba, cuando triunfó la Revolución; los visité y hablé con ellos en varias ocasiones. Nunca los expulsamos de nuestro país. Las diferencias con muchos de ellos surgieron con motivo de las leyes revolucionarias que afectaron intereses económicos y, por otro lado, la sociedad de consumo atraía a muchos, frente a los sacrificios que implicaba la Revolución. Otros permanecieron en nuestra Patria, y prestaron valiosos servicios a Cuba.

Una etapa nueva y tenebrosa se abre para el mundo.

Ayer, a las 12 y 44 p.m. habló Obama sobre el acuerdo del Consejo de Seguridad.

He aquí algunas notas de lo que expresó el Presidente, tomadas de CNN en español.

"Hoy, el Consejo de Seguridad de la ONU votó por mayoría a favor de una sanción contra Irán por sus repetidos incumplimientos"

"Esta resolución es la sanción más fuerte que enfrenta el gobierno iraní y envía un mensaje inequívoco sobre el compromiso de la comunidad internacional por frenar la expansión de armas nucleares."

"Por años, el gobierno iraní ha incumplido sus obligaciones recogidas bajo el Tratado de No Proliferación Nuclear."

"Mientras los líderes iraníes se esconden detrás de retórica, sus acciones los han comprometido."

"De hecho, cuando asumí hace 16 meses, la intransigencia iraní era fuerte."

"Le ofrecimos perspectivas de un mejor futuro si cumplía sus obligaciones internacionales."

"Aquí no hay doble standard."

"Irán violó sus obligaciones bajo las resoluciones del Consejo de Seguridad para suspender el enriquecimiento de uranio."

"Por eso, estas medidas tan severas."

"Son las más rigurosas que haya enfrentado Irán."

"Esto demuestra visión compartida de que en Oriente Medio no conviene a nadie desarrollar estas armas."

Estas frases que he seleccionado de su breve discurso son más que suficientes para demostrar cuán endeble, débil e injustificable es la política del poderoso imperio.

El propio Obama admitió en su discurso de la Universidad Islámica de Al-Azhar en El Cairo que "En medio de la Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente", aunque no dijo cuándo ni con qué propósitos. Es posible que ni siquiera se recordara cómo lo llevó a cabo contra Mossadegh en 1953, para instalar en el gobierno la dinastía de Reza Pahlevi, el Sha de Irán, al que armó hasta los dientes, como su principal gendarme en esa región del Medio Oriente, donde el sátrapa acumuló una inmensa fortuna, derivada de las riquezas petroleras de ese país.

En aquel entonces el Estado de Israel no poseía una sola arma nuclear. El imperio tenía un enorme e incontrastable poder nuclear. Fue entonces que a Estados Unidos se le ocurrió la aventurera idea de crear en Israel un gendarme en el Medio Oriente, que hoy amenaza a una parte considerable de la población mundial y es capaz de actuar con la independencia y el fanatismo que lo caracterizan.



Fidel Castro Ruz
Junio 10 de 2010
11 y 59 a.m.

miércoles, 9 de junio de 2010

En los umbrales de la tragedia

Desde el día 26 de marzo, ni Obama ni el Presidente de Corea del Sur han podido explicar lo que realmente ocurrió con el buque insignia de la Marina de Guerra sudcoreana, el modernísimo caza submarino Cheonan, que participaba en una maniobra con la Armada de Estados Unidos al oeste de la Península de Corea, próximo a los límites de las dos Repúblicas, ocasionándole 46 muertos y decenas de heridos.


Lo embarazoso para el imperio es que su aliado conozca de fuentes fidedignas que el buque fue hundido por Estados Unidos. No existe forma de eludir ese hecho que los acompañará como una sombra.

En otra parte del mundo las circunstancias se ajustan igualmente a sucesos mucho más peligrosos que en el Este de Asia y no pueden dejar de ocurrir, sin que el superpoderoso imperio tenga forma de evitarlo.

Israel no se abstendría de activar y usar, con total independencia, el considerable poder nuclear creado por Estados Unidos en ese país. Pensar en otra cosa, es ignorar la realidad.

Otro asunto muy grave es que Naciones Unidas no tiene tampoco forma alguna de cambiar el curso de los acontecimientos y muy pronto los archirreaccionarios que gobiernan Israel chocarán con la indoblegable resistencia de Irán, una nación de más de 70 millones de habitantes y conocidas tradiciones religiosas que no aceptará las amenazas insolentes de adversario alguno.

En dos palabras: Irán no se plegará ante las amenazas de Israel.

Los habitantes del mundo, como es lógico, disfrutan cada vez más de los grandes acontecimientos deportivos, los relacionados con la recreación, la cultura y otros que ocupan sus espacios limitados de ocio en medio de los deberes que les ocupan gran parte de su tiempo dedicado a quehaceres cotidianos.

En días próximos, el Campeonato Mundial de Fútbol que tendrá lugar en Sudáfrica les arrebatará todas las horas libres de su tiempo. Con creciente emoción irán siguiendo las vicisitudes de los personajes más conocidos. Observarán cada paso de Maradona y no dejarán de recordar el instante del gol espectacular que decidió la victoria de Argentina en uno de los clásicos. De nuevo otro argentino viene despuntando espectacularmente, de baja estatura, pero veloz, que aparece como rayo y con las piernas o la cabeza dispara la pelota a velocidad insólita. Su apellido: Messi, de origen italiano, ya es conocido y repetido por todos los fanáticos.

La imaginación de estos es llevada hasta el delirio cuando llegan las imágenes de los numerosos estadios donde tienen lugar las competencias. Los proyectistas y arquitectos han creado obras jamás soñadas por el público.

A los gobiernos, que viven de reunión en reunión para cumplir las obligaciones que la nueva época ha puesto sobre sus hombros, no les puede alcanzar el tiempo para conocer la montaña de noticias que la televisión, la radio y la prensa escrita divulgan constantemente.

Casi todo depende exclusivamente de la información que les hagan llegar sus asesores. Algunos de los más poderosos e importantes Jefes de Estado que toman las decisiones fundamentales, acostumbran a usar los teléfonos celulares para comunicarse entre ellos varias veces diariamente. Un número creciente de millones de personas en el mundo viven apegados a esos equipitos sin que nadie sepa qué efecto tendrán en la salud humana. Se diluye la envidia que debiéramos tener por no haber disfrutado de esas posibilidades en nuestra época, que se aleja a su vez velozmente en muy pocos años y casi sin darnos cuenta.

Ayer se publicó, en medio de la vorágine, que posiblemente hoy el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas podría votar una resolución pendiente para decidir si se impone una cuarta ronda de sanciones a Irán por negarse a detener el enriquecimiento de uranio.

Lo irónico de esta situación es que si se tratara de Israel, Estados Unidos y sus aliados más estrechos dirían de inmediato que Israel no suscribió el Tratado de No Proliferación Nuclear y vetarían la resolución.

En cambio, si se acusa a Irán simplemente de producir uranio enriquecido hasta el 20 por ciento, de inmediato se solicita la aplicación de sanciones económicas para estrangularlo y es obvio que Israel actuaría como siempre, con fanatismo fascista, igual que hicieron los soldados de las tropas élites lanzados desde helicópteros en horas de la madrugada sobre los que viajaban en la flotilla solidaria, que transportaba alimentos para la población sitiada en Gaza matando varias personas e hiriendo a decenas que fueron después arrestadas junto a los tripulantes de las embarcaciones.

Es obvio que tratarán de destruir las instalaciones donde Irán enriquece una parte del uranio que produce. Es también obvio que Irán no se resignará ante ese tratamiento desigual.

Las consecuencias de los enredos imperiales de Estados Unidos podrían ser catastróficas y afectarían a todos los habitantes del planeta, mucho más que todas las crisis económicas juntas.



Fidel Castro Ruz
Junio 8 de 2010
12 y 33 p.m.

viernes, 4 de junio de 2010

El Imperio y la Mentira

No me quedó otra alternativa que escribir dos reflexiones sobre Irán y Corea, que explican el peligro inminente de guerra con el empleo del arma nuclear. A su vez, expresé ya la opinión de que uno de ellos podía subsanarse si China decidía vetar la resolución que Estados Unidos promueve en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El otro depende de factores que escapan a toda posibilidad de control, debido a la conducta fanática del Estado de Israel, convertido por Estados Unidos a su actual condición de fuerte potencia nuclear, que no acepta control alguno de la superpotencia.

Cuando se produce la primera intervención de Estados Unidos para aplastar la Revolución Islámica en junio de 1953, en defensa de sus intereses y los de su estrecho aliado el Reino Unido, que llevó al poder a Mohammad Reza Pahlevi, Israel era un pequeño Estado que no se había apoderado todavía de casi todo el territorio palestino, parte de Siria y no poco de la vecina Jordania, defendida hasta entonces por la Legión Árabe, de la que no quedó ni la sombra.

Hoy los cientos de cohetes con ojivas nucleares, apoyados por los aviones más modernos que le suministra Estados Unidos, amenazan la seguridad de todos los Estados de la región, árabes y no árabes, musulmanes y no musulmanes, que están al alcance del amplio radio de acción de sus proyectiles, que pueden caer a pocos metros de sus objetivos.

El pasado domingo 30 de mayo, cuando escribí la reflexión El imperio y la droga, no había ocurrido todavía el brutal ataque contra la flotilla que transportaba víveres, medicamentos y artículos para el millón y medio de palestinos sitiados en un pequeño fragmento de lo que fuera su propia Patria durante miles de años.

La inmensa mayoría de las personas invierten su tiempo y luchan para enfrentar las necesidades que les impone la vida —entre ellas el alimento, el derecho a la recreación y al estudio, y otros problemas vitales de los familiares más allegados—; no pueden detenerse en la búsqueda de información sobre lo que está ocurriendo en el planeta. Uno los ve en cualquier parte con expresiones de nobleza y confiando en que otros se encargarán de buscar soluciones a los problemas que los agobian. Son capaces de alegrarse y sonreír. Alegran de esta forma a los que tenemos el privilegio de observar con ecuanimidad las realidades que nos amenazan a todos.

El extrañísimo invento de que Corea del Norte había hundido la corbeta sudcoreana Cheonan —diseñada con tecnología de punta, dotada con amplio sistema de sonar y sensores acústicos submarinos—, en aguas situadas frente a sus costas, la culpaba del atroz hecho que costó la vida de 40 marinos sudcoreanos y decenas de heridos.

No era fácil para mí desentrañar el problema. No tenía, por un lado, la forma de explicarme que fuera posible para gobierno alguno, por mucha autoridad que disfrutara, utilizar los mecanismos del mando para dar la orden de torpedear una nave insignia. Por otro lado, no creí por un segundo la versión de que Kim Jong Il diera esa orden.

Carecía de elementos de juicio para llegar a una conclusión, pero tenía la seguridad de que China vetaría un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad que sancionara a Corea del Norte. Por otro lado no tenía duda alguna de que Estados Unidos no puede evitar el empleo del arma nuclear por parte del gobierno incontrolable de Israel.

En horas avanzadas del día 1º de junio comenzó a descorrerse el velo de lo que realmente ocurrió.

Escuché a las 10 y 30 p.m. el contenido de un análisis agudo del periodista Walter Martínez, que elabora Dossier, programa estelar de la televisión venezolana. Él llegó a la conclusión de que Estados Unidos hizo creer a una y otra parte de Corea lo que cada una de ellas afirmaba de la otra, con el objetivo de resolver el problema de la devolución del territorio ocupado por la base de Okinawa que el nuevo líder de Japón, haciéndose eco de las ansias del país, demandaba. Su partido obtuvo un enorme respaldo en las elecciones debido a esa promesa suya de lograr el retiro de la base militar allí instalada, que es un puñal clavado desde hace más de 65 años en el corazón del Japón, hoy desarrollado y rico.

A través de Global Research se conocen los detalles verdaderamente asombrosos de lo que ocurrió, gracias al artículo de Wayne Madsen, periodista investigador que trabaja en Washington DC, que divulgó información de fuentes de inteligencia en el sitio web Wayne Madsen Report.

Dichas fuentes —afirmó— "...sospechan que el ataque contra la corbeta de guerra antisubmarina de la Armada sudcoreana Cheonan fue un ataque de bandera falsa hecho para que pareciera provenir de Corea del Norte."

"Uno de los propósitos principales para el aumento de las tensiones en la península coreana era aplicar presión sobre el primer ministro japonés Yukio Hatoyama para que cambiara de política sobre el retiro de Okinawa de la base del Cuerpo de Marines de EE.UU. Hatoyama ha admitido que las tensiones por el hundimiento del Cheonan tuvieron una importante influencia en su decisión de permitir que los marines de EE.UU. permanecieran en Okinawa. La decisión de Hatoyama ha llevado a una división en el gobierno de la coalición de centroizquierda, un hecho saludado en Washington, por la amenaza del líder del Partido Socialdemócrata, Mizuho Fukushima, de abandonar la coalición por el cambio de actitud sobre Okinawa.

"El Cheonan fue hundido cerca de la isla Baengnyeong, un lugar del extremo occidental alejado de la costa sudcoreana, pero frente a la costa norcoreana. La isla está altamente militarizada y dentro del alcance de fuego de artillería de las defensas costeras norcoreanas, que está al otro lado de un estrecho canal.

"El Cheonan, una corbeta de guerra antisubmarina, tenía sonar de tecnología de punta, y además operaba en aguas con amplios sistemas de sonar hidrófono y de sensores acústicos submarinos. No existe evidencia sudcoreana de sonar o de audio de un torpedo, submarino o mini-submarino en el área. Ya que no hay casi navegación en el canal, el mar estaba silencioso en el momento del hundimiento.

"Sin embargo, la isla Baengnyeong alberga una base de inteligencia militar estadounidense-sudcoreana y SEALS [fuerzas especiales] de la Armada de EE.UU. operan desde la base. Además, había cuatro barcos de la Armada de EE.UU. en el sector, parte del Ejercicio Foal Eagle EE.UU.-Corea del Sur, durante el hundimiento del Cheonan. Una investigación de las huellas metálicas y químicas del torpedo sospechoso muestra que es de producción alemana.

"Existen sospechas de que los SEALS de la Armada de EE.UU. mantienen una muestra de torpedos europeos con fines de denegabilidad plausible para ataques de bandera falsa. Además, Berlín no vende torpedos a Corea del Norte, sin embargo, Alemania mantiene un programa de estrecha cooperación de desarrollo conjunto de submarinos y armas submarinas con Israel.

"La presencia del USNS Salvor, uno de los participantes en Foal Eagle, tan cerca de la isla Baengnyeong durante el hundimiento de la corbeta sudcoreana, también suscita preguntas.

"El Salvor, un barco civil de salvamento de la Armada, que participó en actividades de colocación de minas por los marines tailandeses en el Golfo de Tailandia en 2006, estuvo presente cerca del momento de la explosión, con un complemento de 12 buzos de aguas profundas.

"Pekín, satisfecha con la afirmación de inocencia de Kim Jong Il de Corea del Norte después de un viaje urgente en tren de Pyongyang a Pekín, sospecha del papel de la Armada de EE.UU. en el hundimiento del Cheonan, asociada a sospechas particulares respecto al papel jugado por el Salvor. Las sospechas son las siguientes:

"1. El Salvor participaba en una operación de instalación de minas en el lecho marino; en otras palabras, colocaba minas antisubmarinas disparadas horizontalmente en el fondo del mar.

"2. El Salvor estaba realizando inspección rutinaria y mantenimiento de minas en el lecho marino, y colocándolas en un modo electrónico activo —disparo por gatillo sensible— como parte del programa de inspección.

"3. Un buzo de los SEALS colocó una mina magnética en el Cheonan, como parte de un programa clandestino con la intención de influenciar la opinión pública en Corea del Sur, Japón y China.

"Las tensiones en la península coreana han eclipsado convenientemente todos los demás puntos de la agenda en las visitas de la secretaria de Estado Hillary Clinton a Pekín y Seúl."

Así, de forma asombrosamente fácil, Estados Unidos logró resolver un importante problema: liquidar el gobierno de Unidad Nacional del Partido Demócrata de Yukio Hatoyama, pero a un altísimo costo:

1- Ofendió profundamente a sus aliados de Corea del Sur.

2- Destacó la habilidad y rapidez con que actuó su adversario Kim Jong Il.

3- Resaltó el prestigio de la potencia china, cuyo Presidente con plena autoridad moral se movió personalmente y envió a los principales líderes de China a conversar con el Emperador Akihito, el Primer Ministro y otras personalidades eminentes de Japón.

Los líderes políticos y la opinión mundial tienen una prueba del cinismo y la falta total de escrúpulos que caracterizan la política imperial de Estados Unidos.



Fidel Castro Ruz
Junio 3 de 2010
11 y 16 a.m.

miércoles, 2 de junio de 2010

El imperio y la guerra

Hace dos días, en breves palabras, señalé que el imperialismo no podía resolver el gravísimo problema del consumo de estupefacientes que azota a la población del mundo. Hoy deseo abordar otro tema a mi juicio de gran trascendencia.

El actual peligro de que Corea del Norte sea atacada por Estados Unidos, a partir del reciente incidente que tuvo lugar en las aguas de ese país, tal vez pueda evitarse si el Presidente de la República Popular China decide utilizar el derecho de veto, prerrogativa que no le gusta en absoluto a ese país ejercer en los acuerdos que se discuten en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Existe un segundo y más grave problema para el cual Estados Unidos no tiene respuesta posible: el conflicto creado en torno a Irán. Es algo que se veía venir claramente desde que el Presidente Barack Obama pronunció su discurso el 4 de junio de 2009 en la Universidad Islámica de Al-Azhar, en El Cairo.

En una Reflexión que escribí entonces, cuatro días más tarde, cuando dispuse de una copia oficial del discurso, utilicé numerosas citas para analizar la importancia del mismo. Señalaré un número de ellas.

"Nos congregamos en un momento de tensión entre Estados Unidos y musulmanes alrededor del mundo..."

"...el colonialismo les negó derechos y oportunidades a muchos musulmanes, ...la Guerra Fría a menudo utilizaba a los países de mayoría musulmana como agentes, sin tener en cuenta sus aspiraciones propias." Impresionaban realmente ese y otros razonamientos en boca de un Presidente afroamericano, que parecían verdades evidentes como las contenidas en la Declaración de Philadelphia el 4 de julio de 1776.

"He venido aquí a buscar un nuevo comienzo para Estados Unidos y musulmanes alrededor del mundo, que se base en intereses mutuos y el respeto mutuo..."

"Como nos dice el Sagrado Corán, ‘tengan conciencia de Dios y digan siempre la verdad.’"

"...es parte de mi responsabilidad como Presidente de Estados Unidos luchar contra los estereotipos negativos del Islam dondequiera que surjan."

Continuó así desgranando temas escabrosos del universo de contradicciones insolubles que envuelven la política de Estados Unidos.

"En medio de la Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente."

"Desde la Revolución Islámica, Irán ha desempeñado un papel en secuestros y actos de violencia contra militares y civiles estadounidenses."

"Los estrechos vínculos de Estados Unidos con Israel son muy conocidos. Este vínculo es inquebrantable."

"Muchos esperan, en campamentos para refugiados en la Ribera Occidental, Gaza y tierras aledañas, una vida de paz y seguridad que nunca han tenido."

Hoy sabemos que sobre la población de Gaza cae con frecuencia una lluvia de fósforo vivo y otros componentes inhumanos y crueles, lanzados sobre la Franja, con furia verdaderamente nazi fascista. No obstante, las afirmaciones de Obama parecían vibrantes y en ocasiones sinceras, en tanto las iba repitiendo una y otra vez, en medio de febril corre corre por el mundo, dondequiera que a su hora programada llegaba el avión número uno de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

Ayer 31 de mayo, la comunidad internacional fue conmocionada con el asalto, en aguas internacionales a decenas de millas de la costa de Gaza, de casi un centenar de soldados de las fuerzas especiales de Israel, que descendieron desde helicópteros en horas de la madrugada, disparando frenéticamente contra centenares de pacíficas personas de diversas nacionalidades, causándoles —según informaciones de prensa— no menos de 20 muertos y decenas de heridos. Entre las personas atacadas, que transportaban mercancías para los palestinos sitiados en su propia Patria, había ciudadanos norteamericanos.

Cuando Obama habló en la Universidad Islámica de Al-Azhar del "derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente" e inmediatamente añadió que "Desde la Revolución Islámica, Irán ha desempeñado un papel en secuestros y actos de violencia contra militares y civiles...", se refería al movimiento revolucionario promovido por el Ayatollah Ruhollah Jomeini, que desde París, sin una sola arma, aplastó a las Fuerzas Armadas del más poderoso gendarme con que Estados Unidos contaba en el Sur de Asia. Era muy difícil que la más poderosa potencia del mundo resistiera la tentación de instalar allí una de sus bases militares, al Sur de la URSS.

Hace ya más de cinco décadas, Estados Unidos había aplastado otra Revolución absolutamente democrática, cuando derrocó el gobierno iraní de Mohammad Mossadegh. Este fue electo Primer Ministro de Irán el 24 de abril de 1951. El senado aprobó la nacionalización del petróleo, que había sido su bandera de lucha, el 1 de mayo de ese mismo año. "Nuestros largos años de negociaciones con países extranjeros —declaró— no han dado resultado hasta aquí."

Es obvio que se estaba refiriendo a las grandes potencias capitalistas, que controlan la economía mundial. Irán tomó posesión de las instalaciones ante la intransigencia de la British Petroleum, que entonces se llamaba Anglo-Iranian Oil Company.

El país no tenía posibilidades de formar técnicos. Gran Bretaña había retirado su personal calificado, y respondido con bloqueos de piezas y mercados. Envió su flota de guerra en zafarrancho de combate al país. Como resultado, la producción petrolera de Irán disminuyó de 241,4 millones de barriles en 1952, a 10,6 en 1953. En esas favorables condiciones la CIA organizó el golpe de Estado que derrocó a Mossadegh, hasta su muerte que tuvo lugar tres años después. La monarquía fue restablecida y un poderoso aliado de Estados Unidos ascendió al poder en Irán.

Estados Unidos no ha hecho otra cosa con los demás países que no sea eso; desde que se creó esa nación en los suelos más ricos del planeta, no respetó nunca los derechos de los pobladores indígenas que allí vivieron durante milenios y de los negros que fueron importados como esclavos por los colonizadores ingleses.

Estoy seguro, sin embargo, de que millones de norteamericanos inteligentes y honestos comprenden estas verdades.

El Presidente Obama puede pronunciar cientos de discursos, tratando de conciliar contradicciones que son inconciliables en detrimento de la verdad, soñar con la magia de sus frases bien articuladas, mientras hace concesiones a personalidades y grupos carentes totalmente de ética, y dibujar mundos de fantasías que sólo caben en su cabeza y que asesores sin escrúpulo, conociendo las tendencias suyas, siembran en su mente.

Dos preguntas obligadas: ¿podrá Obama disfrutar las emociones de una segunda elección presidencial sin que el Pentágono o el Estado de Israel, que en su comportamiento no acata en nada las decisiones de Estados Unidos, utilicen sus armas nucleares en Irán? ¿Cómo será la vida en nuestro planeta después de eso?



Fidel Castro Ruz
Junio 1 de 2010
11 y 35 a.m.

martes, 1 de junio de 2010

El Imperio y la Droga

Cuando fui detenido en México por la Policía Federal de Seguridad, a la que por puro azar se le hicieron sospechosos algunos movimientos nuestros, a pesar de que los hacíamos con el máximo de cuidado para evitar el zarpazo de la mano asesina de Batista ­-como hizo Machado en México cuando el 10 de enero de 1929 sus agentes asesinaron a Julio Antonio Mella en la capital de ese país-, aquella pensó que se trataba de una de las organizaciones de contrabandistas que actuaban ilegalmente en la frontera de ese país pobre en sus intercambios comerciales con la poderosa potencia vecina, industrializada y rica.

No existía prácticamente en México el problema de la droga que se desató más tarde de forma abrumadora con su enorme carga de daños no sólo en ese país, sino también en el resto del continente.

Los países de Centro y Suramérica invierten incontables energías en la lucha contra la invasión del cultivo de la hoja de coca, dedicada a la producción de cocaína, una sustancia que se obtiene a través de componentes químicos muy agresivos y resulta tan dañina a la salud y a la mente humana.

Los gobiernos revolucionarios como los de la República Bolivariana de Venezuela y Bolivia se esfuerzan especialmente para frenar su avance, como lo hizo oportunamente Cuba.

Evo Morales hacía ya rato había proclamado el derecho de su pueblo a consumir té de coca, una excelente infusión tradicional de la milenaria cultura aymara-quechua. Prohibírsela es como decirles a los ingleses que no consuman el té, una sana costumbre importada por el Reino Unido desde el Asia, conquistada y colonizada por éste durante cientos de años.

“Coca no es cocaína”, fue la consigna de Evo.

Es curioso que el opio, sustancia que se extrae de la amapola lo mismo que la morfina, fruto de la conquista y el coloniaje extranjero en países como Afganistán, y que es sumamente dañino consumido directamente, fuera utilizado por los colonialistas ingleses como moneda que otro país de milenaria cultura, como China, debía aceptar a la fuerza en forma de pago por los sofisticados productos que Europa recibía de China y hasta entonces pagaba con monedas de plata. Suele citarse como ejemplo de aquella injusticia en las primeras décadas del siglo XIX que “un obrero chino que se volvía adicto gastaba dos tercios de su sueldo en opio y dejaba a su familia en la miseria”.

En el año 1839 el opio ya estaba al alcance de los obreros y campesinos chinos. La Reina Victoria I, del Reino Unido, impuso ese mismo año la Primera Guerra del Opio.

Comerciantes ingleses y norteamericanos con fuerte apoyo de la Corona inglesa, vieron la posibilidad de importantes intercambios y ganancias. Para esa fecha muchas de las grandes fortunas de Estados Unidos fueron basadas en aquel narcotráfico.

Hay que pedirle a la gran potencia apoyada en casi mil bases militares y siete flotas acompañadas de portaaviones nucleares y miles de aviones de combate con las cuales tiraniza al mundo, que nos explique cómo va a resolver el problema de las drogas.

Fidel Castro Ruz
Mayo 30 de 2010
3 y 36   p.m